¿Por qué se dice que si no entrenas la cabeza no puedes ganar? ¿Qué tan importante es ser fuerte mentalmente para poder superar los entrenamientos más fuertes o poder cruzar la meta en una competencia?
Cuando nos referimos a “la cabeza” se está hablando de los pensamientos que surgen en tu cerebro. Tienes que encontrar algo que te motive para que pensamientos negativos no invadan tu cabeza antes o durante tu entrenamiento. Si entrenar no te motiva, es imposible dar el máximo de tu potencial. En cambio, cuanto más grande sea esa motivación, hay más posibilidades de lograr lo que te propongas.
Puede haber varias motivaciones: Bienestar físico por ejercicio, contacto con la naturaleza, mejorar las capacidades físicas, terapia y relajación, superación y competición, círculo social.
Una vez que sepas que es lo que te motiva, necesitas hacer que esa motivación sea duradera. Comienza con retos sencillos (o de corto plazo) de esta forma evitarás la frustración y podrás mantener una motivación alta.
Organiza tus entrenamientos semanales y poco a poco podrás ir aumentando la intensidad y el tiempo de entrenamiento. Con este comienzo ya puedes hacer grandes progresos, sin necesidad de agobiarte demasiado.
Recuerda descansar, ya que la fatiga afecta mucho a la motivación y al ánimo. Si entrenas más de 12 horas semanales, es necesario tener un día de descanso para que tu cuerpo se recupere adecuadamente y evites sufrir alguna lesión.