La adecuada limpieza y mantenimiento de tu bicicleta es algo fundamental si quieres que ésta tenga una vida larga y próspera.
No engrasar los componentes
Componentes como tornillos o ejes tienen que engrasarse periódicamente para evitar todo tipo de desgaste. Aunque visualmente la bicicleta no necesite ningún arreglo o mantenimiento a nivel interno es muy probable que si lo necesite.
No usar la herramienta adecuada
Al usar una herramienta que no es la correcta corres el riesgo de dañar tornillos o componentes de tu bici. Esto no quiere decir que necesitas tener todo un taller en casa, basta con tener las herramientas adecuadas específicas para tu bicicleta.
No cuidar las llantas de tu bicicleta
Invertir de lugar o hacer un cambio de las llantas por desgaste no sólo es importante para el mantenimiento de tu bicicleta, sino que también lo es para tu seguridad. Unas llantas en mal estado aumentan el riesgo de una caída o de ponchar repetidamente.
Apretar tornillos de tu bicicleta más de la cuenta
Haciendo esto puede que dañes alguno de los componentes o el cuadro de tu bici. Hay componentes que son más delicados y es importante apretarlos al torque adecuado. En estos casos el torque suele estar marcado en el mismo componente.
Lavar la bicicleta con agua a presión
Por muy sucia que haya quedado la bicicleta luego de una rodada, quitar el barro con un chorro de agua a presión puede dañar las piezas o hasta la pintura de la bicicleta.
Lubricar la cadena de tu bicicleta sin haberla limpiado antes
Limpiar primero la cadena antes de lubricarla es algo fundamental, porque aunque la veamos limpia siempre tendrá algo de polvo y restos de suciedad acumulados que no se ven a simple vista. Lo único que sucederá es que no nos brinde los beneficios que buscamos.
No limpiar el exceso de lubricante de tu cadena de bicicleta
Al aplicar lubricante a tu cadena, lo importante es que penetre entre los eslabones.
Después de haber aplicado lubricante, toma un trapo seco y girando los pedales en sentido contrario a las manecillas del reloj limpia el exceso.
No revisar el interior de la llanta luego de ponchar
En muchas ocasiones el objeto que perforó la cámara se queda incrustado en la llanta. Por eso es importante revisar el interior y exterior de la cubierta antes de volver a poner la cámara. De lo contrario, seguiremos ponchando con el mismo objeto punzante de un inicio.