Estira
La forma de una buena recuperación empieza en el propio entrenamiento. Intenta realizar los últimos 10-15 minutos del entrenamiento a intensidad muy baja, y estirar terminando la actividad, para metabolizar mejor el ácido láctico producido.
Hidrátate
Si bien lo ideal es estar tomando agua durante el ejercicio, tienes que recuperar el líquido que se ha perdido durante el entrenamiento, ya que siempre tendremos algún déficit de agua en el organismo.
Comida post-entrenamiento
Las primeras dos horas después del entrenamiento, los músculos están más receptivos, por lo que es importante darle alimento (hidratos de carbono complejos y proteína) al cuerpo para que pueda recuperar el gasto energético del entrenamiento.
Automasaje
Después de una buena ducha, un auto masaje resulta beneficioso, especialmente para los gemelos y los cuádriceps. Puedes hacer movimientos apretando con tus manos hacia arriba, es decir, hacia el tronco.
Descanso
Tener un buen descanso es fundamental en el proceso de recuperación, ya que durante el sueño se ponen en proceso una serie de procesos químicos que aceleran la recuperación.